Thursday, July 27, 2006

RENTA BÁSICA: el derecho a existir (y 3)
"El capital necesita trabajadores, fuerza laboral, y es el valor de uso de
esta fuerza laboral de donde nace el excedente que se encuentra en la
base del beneficio" [François CHESNAIS]
P. Petit en su obra "Una teoría de la libertad" vincula la libertad a la acción responsable, a la responsabilidad. Desde este punto de vista, una acción es libre cuando "es compatible con la responsabilidad". Alguien es responsable si ejerce un "control racional".
Desde nuestro punto de vista dicha concepción de la libertad es fundante para el asunto que nos concierne. ¿El trabajador es libre? Desde las coordenadas del liber[al]ismo si, ya que es un individuo libre, que elige "racionalmente". El trabajador es un "elector libre" que juega en el mercado.
Si llevamos esta tesis hasta las últimas consecuencias nos encontraremos ante el neoliberalismo. Trabajo/Capital son mónadas libres que se arriesgan en un juego de "equlibrio cero". Quizás por esto pensadores, como G. Lipovetsky, pueden defender que "los anti- CPE no querían renunciar a privilegios".
Para el neoliberalismo los "derechos sociales" son privilegios, que obstaculizan el libre juego del mercado. Dicha ideología considera que el trabajador es un privilegiado que no se arriesga. El neoliberalismo piensa que en una sociedad de "riesgo", donde todos somos iguales, el trabajador debe arriesgarse de la misma manera que se arriesga el empresario al invertir su dinero. Ahora bien, lo único que puede arriesgar el trabajador es su propia persona: debe convertirse en una mercancía más y enajenarse. Por tanto para el neoliberalismo el derecho es un "lujo" en el sentido preyorativo.
El trabajador es coaccionado y, por tanto, no es libre ni responsable. Por otra parte, el mercado tampoco es neutro. Las relaciones no son simétricas, sino que como bien afirma Jacques Bidet son asimétricas. Cualquier liberalismo se olvida del hecho de que frente a la contractualidad interindividual se encuentra la contractualidad central. El capitalismo lo sabe muy bien, y por esto ante cualquier etapa desarrolla su propio derecho y organiza la empresa de tal manera que puede "disciplinar" la mano de obra.
El trabajador, en el sistema capitalista es un servus. No es libre ya que no puede vivir como quiere, sino que depende del amo. Desde la perspectiva republicana se denomina liber a "aquel que no depende de ninguna otra voluntad más que de la suya".
El republicanismo defiende un concepto de libertad distinta al que defiende el liber(al)ismo. Una libertad como no- dominación. Libertad que se encuentra vinculada a la civitas. Ya en un artículo (Justicia [republicana] y renta básica) propuse este concepto de libertad que, siguiendo a Skinner y P. Petit, definimos que consistiría en:
a) alguien que no sufre dominación de nadie,
b) dotado del derecho a actuar libremente,
c) la posición que disfruta alguien cuando vive en presencia de otros.
Desde estos presupuesto es posible hablar de un derecho a la "Renta Básica de Ciudadanía". Un derecho que definiríamos como sigue: "es un ingreso pagado por el estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad o residente, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre, o dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva" [Mª Julia BERTOMEU, Daniel RAVENTÓS]
La RB es un derecho. Algo que a veces se olvida y que algunos acaban por convertirlo en un "deber"; tal es lo que ha ocurrido con el "derecho al trabajo". La RB es un derecho universal e incondicionado que no depende del trabajo, ya que aquél no concede derecho, sino que la ciudadanía es la que permite la existencia del derecho.
La RB al no depender del trabajo superaría la "trampa del paro". Pero al mismo tiempo se convertiría en algo fundamental: en un instrumento de lucha y de transformación de la sociedad en manos de los distintos movimientos sociales. El que verdaderamente está repartiendo el trabajo es el sistema capitalista al querer convertirnos a todos en "precarios" y "trabajadores pobres". En esto ha consistido el último ataque del neoliberalismo en Francia con el modelo del CPE.
Los distintos Movimientos Sociales desde 1995 (AC! San papiers, etc) han luchado por salir de la marginación y lo han hecho reivindicando el derecho a la RB, para terminar reivindicando el "derecho al trabajo" (tal ha sido el caso de AC!). Pero también ha sido el movimiento de los "Anti- CPE" que entre sus reivindicaciones se encuentra la de conseguir "una asignación de 800€"
Javier Méndez-Vigo

Monday, May 01, 2006

RENTA BÁSICA: el derecho a existir(2)
"Todo individuo sólo puede obrar como agente libre y responsable si se suprime uno de los principales
motivos de la actual falta de libertad: la amenaza económica del hambre, que obliga a las gentes a
aceptar condiciones de trabajo que de otro modo no aceptaría" [Erich FROMM]


Durante la década de los 80 del siglo XX el Estado de Bienestar, ya en retirada por el asalto neoliberal, puso en marcha un intento de paliar el paro de masas mediante una redistribución de la renta. En la mayoría de los países del ámbito del Occidente capitalista implementaron lo que se ha venido a denominar la Renta Mínima de Inserción (RMI).
La RMI, sin embargo, no supera la "trampa del paro" ya que culpabiliza al trabajor obligándole a desempeñar un trabajo. Pero al mismo tiempo dicha renta no permite una libertad real. Y todo esto por el hecho de que no es una renta individual, sino familiar; pudiéndose dar el caso de que en una misma familia puedan existir varias personas en el umbral de la pobreza. Tampoco dicha renta tiene en cuenta otra serie de realidades: como son las enfermedades, la posibilidad de reinserción de ex- toxicómanos, ni tiene en cuenta la realidad de género [fundamentalmente la situación de las mujeres maltratadas].
El capitalismo (y su nueva ideología hegemónica: el neoliberalismo] no necesita "vagos", necesita mano de obra barata. Ha conseguido internacionalizar la "fuerza de trabajo" y, al mismo tiempo, ha constituido un "ejército de reserva mundial". Con estas armas la nueva ideología se ha introducido en las direcciones sindicales y en los partidos de "izquierda", consiguiendo una "desregulación" del mercado de trabajo. Este nuevo capitalismo nos devuelve a la Inglaterra victoriana donde el trabajador carecía de derechos, donde la edad de trabajo comenzaba con la niñez.

Frente a esta realidad comenzó a defenirse una nueva alternativa: la posibilidad de una Renta Básica para todo ciudadano. Al principio Van Parijs la concibe como una alternativa al capitalismo, para más tarde fundamentar un "modelo débil" de la misma, que él denomina liberalismo solidario. Van Parijs parte de las tesis desarrolladas por Rawls en su Teoría de la Justicia y, en particular de su Principio de Diferencia. Van Parijs intenta reformar el Estado de Bienestar, profundizando en los derechos y libertades. Lo que busca es un EB para el tercer milenio. Desde esta perspectiva "se trata, en otros términos de maximizar (sosteniblemente) el nivel de asignación universal y bajo la obligación de una exigencia de solidaridad (entendida como diversidad no dominada) que imponga que todos puedan subsistir (gracias a transferencias multiplemente condicionadas) y que las personas disminuidas se beneficien de trasferencias específicas (más allá de su asignación universal)".
Será precisamente en su libro Libertad real para todos donde Van Parijs especifique mejor en qué consiste dicho Ingrso Básico: "Un ingreso básico es, entre otras palabras, un ingreso pagado por el gobierno a cada miembro de la sociedad a) incluso si no quiere trabajar, b) sin tener en cuenta si es rico o pobre, c) sin importar con quien vive, y, d) con independencia de la parte del país en la que viva".
Un Ingreso Básico para toda persona por el mero hecho de ser ciudadano. Esta simpleza supone un "colchón" para todo ciudadano. Un colchón que no necesita ningún tipo de contraprestación. El problema residirá en delimitar donde reside el límite de dicho colchón. Para muchos estaría en el "umbral de la pobreza". Pero al mismo tiempo dicho Ingreso supondría algo más para determinados colectivos. Qué las mujeres maltratadas pudieran decidir su futuro, que los enfermos mentales tuvieran dignidad, que los ex-toxicámanos tuvieran un apoyo. En última instancia como nos dice Van Parijs sería afianzar una libertad real de las personas humanas.

Esta postura ha podido llevarse a término (al menos en los programas de los partidos políticos). Ahora bien la práctica es bien distinta. El último ejemplo lo encontramos en el desarrollo del Estatuto de la Comunidad Valenciana donde en el Apartado de los Derechos en su Artículo 15 se nos dice lo siguiente: "A la fi de combatre la probresa i facilitar la inserció social, la Generalitat garantix el dret dels ciutadasns valencians en estat de necessitat a la solidaritat i a una renda de ciutadania en els termes previstos en la Llei".
Lo primero con lo que nos encontramos es que se confunde la terminología. ¿Es renta de ciudadanía o sólo para las personas que se encuentran en una extrema necesidad? Es papel es demasiado sufrido y las palabra grandilocuentes escritas en el papel de oro del Estatuto también. Pero la realidad social nos vuelve a poner en el suelo. Así en El País , al poco de aprobarse el Estatuto, el lider de la oposición J.I Pla ya no habla de Renta Básica sino de Renta Mínima Garantizada [RMG]. Pla habla de la RMG como "equivalente al 80% del Salario Mínimo Interprofesional, unos 514€ mensuales". Por otra parte ya no se habla de una renta individual, sino que se refiere a las unidades familiares que se encuentra en la pobreza y que puede sufrir la exclusión social.
El Estatuto de la Comunidad Valencia lo que hace realmente es introducir una especie de Impuesto Negativo que permitirá permeabilizar algunas situaciones fraglantes que rozan la exclusión social. Es una vuelta a la RMI, pero se encuentra muy lejos de lo que pudiera ser la Renta Básica, incluso en su versión débil que es la que representa el liberalismo solidario deVan Parijs.

Javier Mendez-Vigo

Monday, March 13, 2006

Renta Básica: el derecho a existir (1)

Un nuevo derecho se pone de moda. La verdad es que durante bastante tiempo- en el Reino de España- ni se hablaba sobre el mismo, y cuando se hacia era para descalificarlo, a veces tildándolo como reaccionario. Hoy ya se concibe como una posible alternativa.
Este derecho no es tan nuevo. Si quisiéramos buscar sus orígenes "modernos" deberíamos remitirnos a la Revolución Americana y a la Revolución Francesa. En última instancia ambas revoluciones propugnaron la defensa de los Derechos del Hombre.
Si nos vamos a la Revolución American nos encontramos con el "republicanismo" de Thomas Paine que, cuando escribe de los Principios del gobierno, introduce la noción de reciprocidad: "Cuando hablamos de derechos siempre debemos unirles la idea de deberes: los derechos se hacen deberes por reciprocidad. El derecho de que disfruto se convierte en mi deber de garantizarlo a otro, y el otro a mi; y quienes violan el deber incurren justamente en una pérdida del derecho".
Todo derecho conlleva su contrapartida. Por tanto, si partimos- como hace T. Paine- de las tesis de Locke cuando en su Segundo Tratado sobre el Gobierno civil defiende que la propiedad es fruto del trabajo, nos encontramos con un cierto momento en que la tierra (primera propiedad) se convierte en un bien escaso y la apropiación de la misma (propiedad común) es una propiedad que proviene de una "apropiación privada". Ante esto el republicano T. Paine en su texto Justicia agraria nos dice que "todo propietario de tierra cultivada, por tanto, debe a la comunidad una renta del suelo de la que ha de surgir el fondo propuesto en este plan".
Los revolucionarios franceses van por el mismo camino. El mismo Robespierre, ante el "derecho a la propiedad" pretende garantizar a todo ser humano el "derecho a la existencia". Así cuando habla de la propiedad defiende que este derecho no puede "perjudicar" a la existencia de nuestros semejantes. Pero además, ya en 1793, defiende que la República debe asegurar la existencia a sus ciudadanos: "¿Cuál es el primer fin de la sociedad? Mantener los derechos imprescriptibles del hombre. ¿Cuál es el primero de esos derechos? El de existir. La primera ley social es, pues, la que asegura a todos sus miembros de la sociedad los medios de existir; todas las demás se subordinan a este..."
Con el triunfo del Thermidor lo que conquista la hegemonía es el liber(al)ismo económico. La triada Libérté- Égalité- Fraternité es sustituida por la triada Libérté- Égalité- Propiété. Se sacraliza la propiedad y desaparece el "derecho a la existencia"
A comienzos del Siglo XXI el capitalismo ha dado un paso más. Ya no existe el enemigo exterior [stalinismo] que hacía necesario el "pacto keynesiano" y el Estado de Bienestar. Por consiguiente para qué mantener los derechos sociales, para qué mantener la escala móvil de salarios. Es preciso otro tipo de Estado que permita de nuevo una "acumulación masiva" de capital. Un Estado que flexibilice las relaciones laborales y que el trabajador también "arriesgue".
Un Estado que tampoco necesita los subsidios de empleo y que culpabiliza a los trabajdores de su situación de parado. Los distintos subsidios han ido disminuñendo hasta incluso desaparecer. El último ejemplo lo tenemos con la "Renta Mínima de Actividad" que se intenta imponer en Francia. Una renta que consiste en disminuir la "Renta Mínima de Inserción" hasta el límite de que si el trabajador no encuentra o rechaza un trabajo la Renta Mínima de Actividad tiende a desparecer. ¿Ante esto qué solución tomar?
En un momento en que el "capitalismo tardío" avanza hacia la barbarie con una internacionalización del capital sin límites, que se basa de nuevo en una apropiación masiva, en una "guerra permanente" que permita, como dice F. Chesnais, en "someter la actividad agrícola entera y exclusivamente al beneficio" . Una apropiación que no está teniendo límites y que se adentra en otros campos. Queda la pregunta ¿es posible la renta básica?
Javier Mendez-Vigo